Último Ramal

Todos ahí dentro se conocen, saben quién sube y quién baja. Los recados van y vienen. Risas, copuchas, intercambio de productos, de abrazos, de besos. Subirse en este último ramal es como entrar a la casa de un vecino, es como un pequeño barrio que se desplaza entre Talca y Constitución.